La masa diaria artesanal es más delicada porque se prepara con técnicas tradicionales y sin aditivos que aumenten su elasticidad. Su hidratación, estructura y reposo natural la vuelven más suave, frágil y sensible al manejo. Por eso, al estirarla tiende a romperse o deformarse si no se trabaja con cuidado. En cambio, la masa elástica, usada comúnmente en entornos comerciales, está diseñada para ser más resistente, flexible y manejable. Su composición permite estirarla, levantarla o incluso lanzarla al aire sin que pierda su forma. Esto facilita la producción rápida y uniforme, pero sacrifica parte de la textura artesanal.